miércoles, 3 de enero de 2018

Marruecos: Merzouga


Después de comer y el merecido descanso, salimos a dar una vuelta por el pueblo.
Cerca nos encontramos este magnífico oasis, un vergel en mitad del desierto.
Igual que los de Elche.

La diferencia es que estos son  explotados por los agricultores

María José dentro del paraíso.

A la salida del huerto unos niños me abordaron, me enseñaron distintos colgantes, elegí uno, me pidieron creo que 3 euros y no discutí mucho con ellos. Para que no se sintiera como engañadores de "Guiris", les dije que 2,5 euros, me contestaron que bien.

Puerta principal de nuestro Hotel.

Imagino que el precio fue bueno para ellos, porque se pusieron muy contentos.

Después pensaba si  negociar con niños era adecuado, pero en el sentido educacional para ellos.
Quiero decir, estos niños, tendrían sobre los 14 años, buscan a los Turistas y algunos, tal vez, decidir dejar la escuela y sustituirla por el cultivo de turistas.

La Industria del Turismo es un buen negocio, pero cuando ya se es mayor y se tiene la preparación adecuada.

Exterior de nuestro Hotel, los Bereberes están cuidando los Dromedarios

Después nos acercamos al pueblo, María José quería comprar un cepillo de dientes y además queríamos dar una vuelta por la ciudad.
Llegamos a la calle principal, estaba la Comisaría de Policía, La casa de Correos y muchas tiendas. 
Compramos algunas botellas de agua, que eran más económicas que en el Hotel y una colección de minerales. 


Calle elegida al azar de Merzouga.



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