lunes, 4 de septiembre de 2017

Camino Santiago Dia 2, Pereje - O Cebreiro

Hoy llegamos a Galicia.
El tramo a recorrer es de 24 km aproximadamente.

Llegamos a Galicia
Nos levantamos a las 7 de la mañana.
Hacía unos minutos que observaba a uno de los alberguistas arreglando su mochila.
Le dije que si quería que podía encender la luz, así lo hizo y, mi sorpresa fue, que sólo estábamos acostados María José y Yo. El resto de Peregrinos hacía tiempo que habían salido.

Las Herrerías.

Recogimos nuestras cosas y fuimos a desayunar.
Entramos en el Bar sobre las 8 de la mañana ya había mucha gente caminando y, paraban en el bar a tomar algo.

Parada técnica.
Mientras esperaba las tostadas y el café con leche, comencé a mirar mis pies, veía como iban cambiando.
Descubrí que tenía un "Juanete" y que comenzaba a quedarse sin piel.

María José junto a las vacas.
La televisión estaba puesta y sólo veíamos noticias muy tristes de como se va descomponiendo el País. Hablaban del incumplimiento de las leyes, que todos nos dimos, por la Generalitat de Cataluña.
Los Mossos, policía autonómica, ¿Cumplirán con las leyes?...... Me parecía increíble.........
No quiero escribir más sobre el asunto.

Subiendo a O Cebreiro

María José me ofreció vaselina para que la aplicara en mis pies y yo más chulo que un ocho, la rechacé.
Salimos del bar, no sin antes de asegurarme de poner nuestro sello.

María José, junto a la familia Norteamericana.
Nos encontramos con el grupo de francesas que nos encontramos el día anterior.
Aunque tenían todas más años que nosotros, iban a un muy buen ritmo.

Subiendo a buen ritmo, queda poco.

En esta zona, el paisaje cambió.
Dejamos definitivamente las ciudades y los viñedos.
Abunda sobre todo los grandes árboles.
El recorrido es por un lateral de la carretera. Está bien protegido para los peregrinos.

En una de las paradas, encontramos a un Grupo de Brasileños, María José habló con "Marco". Un Brasileño muy guapo, hacía el camino junto a su padre de 70 años y, además  estaba ¡muuuuuuy feliz!.

Punto kilométrico, dejé una piedra en lo alto.

Cada 5 Km hacíamos una pequeña parada, los Brasileños se marcharon y nosotros coincidimos con un padre y un hijo Norteamericanos, de origen Cubano.
El Padre hablaba bien español, el hijo te entendía, pero no dominaba bien el idioma.
El Padre contó que vivían en Miami y, que salió de Cuba, siendo un niño, cuando la revolución Cubana.
Con esta familia estuvimos mucho tiempo, de hecho llegamos juntos hasta el final de la etapa.
Desde O Cebreiro, mirando a Santiago de Compostela
El hijo había estudiado matemáticas y ahora trabajaba en la industria de la energía solar, el Padre era comercial.
La parte más interesante fue cuando habló sobre Cuba, desde el punto de vista de un Norteamericano de origen Cubano.
Habían comentarios que no estaba muy de acuerdo, pero en una gran mayoría sí.

Iglesia de Santa María, O Cebreiro.
Cuando preparaba el Camino de Santiago, por consejo de un compañero de trabajo , me indicó que sería mejor hacer noche en el pueblo de Las Herrerías y, por la mañana, al día siguiente iniciar la subida hasta O Cebreiro.
Pero al llegar al pueblo, María José dijo que se encontraba bien y que continuábamos.

En Las Herrerías, nos encontramos con Marco y su padre, ellos habían decidido parar aquí, se estaban dando ¡un homenaje en un Restaurante del Pueblo!.

Calle de O Cebreiro
Dejamos la carretera nacional y comenzaron los caminos, que ya no soltaríamos hasta llegar a Santiago.
Esta parte es muy bonita.

Comenzó la subida, las pendientes eran cada vez más pronunciadas.
Pero al ir hablando con esta familia, el tiempo se me pasó rápido y el esfuerzo físico parece que fue menor.

Valle, desde O Cebreiro, mirando a la provincia de León.

María José, parece que también marchaba bien.
Conforme subíamos, el paisaje cambió, dejamos de ver los bosques, para aparecer los prados.

En La Faba, hicimos otra parada, allí tomamos una pieza de fruta y algunos frutos secos.
También llené mi cantimplora de agua del lugar.

El siguiente pueblo era "La Laguna de Castilla", este era un pueblecito muy pequeño.
Olía a vaca, un olor que se repetiría hasta Santiago.


Quise abrazar el árbol, pero no se dejó.
Las fuerzas comenzaban a flaquear y en mi caso, el pie derecho notaba un fuerte dolor. Parece que no fue buena idea comprar unos zapatos nuevos para este recorrido.

Llegamos a O Cebreiro.
Hacía frío, se notaba la altura en la que estábamos.

La duda, era si tendríamos Albergue.
Este es un punto importante y, había visto muchos peregrinos.

Al principio nos acercamos al Albergue Municipal, había cama, pero nos llevamos una sorpresa. En los Albergues Gallegos, no te facilitan mantas, sólo las sábanas.
Lo hablé con María José y decidimos ir a un Albergue privado.
Alquilamos una habitación, nos costó 40 euros la noche.

Vamos a cenar.
Después de cenar, ducha y a dormir.
Cenamos "Caldo Gallego" muy bueno...........

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