En esta ocasión las niñas estaban fuera, Ana en Cantabria y María en Lezuza.
En principio no teníamos pensado hacer nada especial, pero luego pensamos ¡porqué no ir a comer algún sitio!.
Había un pequeño problema, María José que está de vacaciones se había pasado toda la mañana picoteando, lo primero que dijo es:
¡No tengo hambre!.
De entrada descartamos el chino, habíamos estado recientemente y cuando repites mucho en un mismo sitio aunque te guste la comida, resulta un poco aburrido.
La primera opción fue “El Rou”, el menú que ofrecen por 10 euros está bastante bien, pero tenía dos impedimentos:
No estábamos seguros de que tuvieran menú para ese día y no eran de “Franjifiel”.
Otro que propusimos es la pizería que está frente al chino, también tiene un menú de 10 euros y son de “franjifiel”.
Cuando volvía a la oficina, recordé el “Bar la VilLa”, que está cerca de mi trabajo, había escuchado a los compañeros que en alguna ocasión se habían quedado a comer, que tenía un menú a un muy buen precio y la comida era bastante buena.
Nos pedimos:
De primero “Ensalada”.
De segundo :”Un plato combinado que contenía patatas fritas, huevo y dos filetes de pechuga”
Pan , bebida y postre o café.
Todo por 8 euros por persona.
Yo me quedé bastante bien.
Volvimos a casa, a dormí la siesta.
Hablábamos sobre la posibilidad de ir a “San Juan”.
Pero, al rato, comencé a escuchar un goteo, en algún sitio.
Lo buscaba como los ciegos. ¡Joder!, tenemos una fuga de agua en la tubería que conecta con el calentador de agua.
Habrá que llamar al fontanero.
Afortunadamente la fuga de agua es pequeña y nos permite hacer una vida casi normal.