jueves, 15 de mayo de 2014

Paseo por el Bosque



En primavera debe de ser espectacular.

Habíamos quedado con Carmen después de comer.

Nos propuso un paseo por el “Bosque de Bielefield”.
El Bosque estará como a 5 minutos caminando de su casa, en lo que creo que es la única  montaña de toda Alemania.






Rápidamente llegamos al inicio de los diferentes senderos que te proponen, Carmen eligió uno de ellos.

El Bosque era distinto al que estoy acostumbrado en España, aquí los árboles son grandes y altos, con unos troncos generosos. Las hojas  , están en el suelo y cuando pisas sobre ellas, es como si pisaras sobre una alfombra muy gruesa. Imagino que hay hojas de más de un otoño acumuladas.

En España salir de los senderos es muy complicado por la cantidad de “matorrales todos con pinchos”, creo que allí eso no ocurre.
Imagino que en la primavera, cuando todos los árboles recuperen sus hojas, el paseo por el “Bosque” debe ser aún más bonito.

¡Que grande es la granja!
El sendero rápidamente se convirtió en una “Pista forestal”, lo que nos permitió poder hablar con más comodidad.

Íbamos encontrando muchas personas, unos caminaban otros corrían y algún que otro ciclista.
Carmen nos contó que en mitad del Bosque, había una cafetería que hacían unas tartas muy buenas.

Una “Casa Museo”, en el que los visitantes podíamos ver como era una granja alemana o cómo vivían los granjeros hace unos 200 años .

La primera parte de la casa la “Cuadra”, dónde podíamos ver, la puerta de entrada de los animales grandes y otra pequeña con una especie de pequeño puente levadizo que era para las gallinas .

Dentro de la cuadra, las diferentes estancias de los animales, el lugar de las vacas, el de los caballos.
Los diferentes utensilios de labranza que usaban los granjeros etc.
Había una pequeña tapia de separación y entrabamos en la casa, donde las personas vivían.
El comedor, la habitación, La cama, el baúl etc y el sótano, donde se guardaba la comida.

Después de hacer deporte, a recuperar lo perdido.
Los animales antes vivían junto a las personas, porque en esta zona del país, en invierno hace muchísimo frío y de esta forma el calor de los animales ayudaban a mantener caliente toda la casa.

Después de la visitar el Museo, fuimos a la cafetería para disfrutar de esa maravillosa tarta que nos aseguró Carmen que podríamos probar.
Ella suele venir con “Frank y Luís” siempre que pueden.

La tarde finalizaba y con ella nuestro paseo por el “Bosque”, parece que hemos tenido suerte con la climatología.


En Invierno se hiela el lago y se puede patinar.

Volvimos a la ciudad por el camino rápido, y Carmen nos enseñó la Guardería a la que iba Luís.
El parque en la que todas las madres hablaban, mientras esperaban a sus hijos que salieran de la Guardería.
Pienso que es una de las zonas más bonitas de la ciudad.






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