Salimos de Zamora después de comer, Vigo estaba aproximadamente a 400 Km, pensé que estaba más cerca.
Llegamos por la noche al hotel y gracias al GPS tardamos muy poco.
Esta es la segunda vez que vamos a Vigo, la primera fue en el año 2002 y en aquella ocasión fuimos a un camping y el coche que teníamos era un Opel Corsa.
La ciudad tiene aproximadamente 300.000 habitantes y está construida sobre unas colinas.
No me acordaba de la cantidad de cuestas que tiene la ciudad.
Cuando llegamos contaban en los periódicos como algo histórico, la llegada de 3 cruceros al puerto; vamos que todo el centro estaba lleno de turistas.
Le pregunté a María José si quería ver los barcos.
Ella me contestó que sí
Después de desayunar en un bar cercano al Hotel, salimos en busca de los turistas y los Barcos.
Llegamos al puerto y los barcos son muy grandes.
Intentamos acercarnos pero rápidamente el servicio de seguridad nos lo impidió.
El puerto comercial es muy bonito.
Habían unos Gaiteros y durante el tiempo que paseamos por el puerto nos tocaron un montón de canciones.
Los Gaiteros seguro que los sacaron del Hogar del Pensionista, el más joven 89 años. Pero tocaban muy bien y fue divertido.
También visitamos las Rías Bajas.
Llegamos a Baiona.
Visitamos el Parador Nacional de esta ciudad, que es muy bonito.
Aquí María José hablando con alguien muy relacionado con el Presidente del Gobierno.
Por la tarde nos bañamos en esta ría.
Fuimos a la playa, la arena es blanca, muy parecida a la de Alicante, dejamos las cosas y fuimos al agua.
Lo primero que me llamó la atención fue, que cuando entramos al agua su color era verde. Imagino que era por la acumulación de una especie de algas que había en la orilla.
Dentro del agua, el tacto de la arena era extraño, la sensación era como si caminaras por una especie de colchón ; imaginé que era por la cantidad de algas acumuladas y enterradas en la arena.
Comencé a andar, intentando que el agua me cubriera, pero en eso se parecía a "Playa Lisa" de Santa Pola, para que te llegara el agua al cuello, tenía que tumbarme.
Bueno yo seguí caminando hacia el centro de la ría. El agua seguía de color verde, y también tenía olor, como a pescado.
Comencé a ver peces a mi alrededor, los primeros eran pequeñitos, no me preocuparon mucho, poco después otros un poco más grandes y eso me preocupó algo más, comencé a recordar las películas de "Tiburón I, Tiburón II y Tiburón III" y decidí que sería mejor volver a la orilla, donde me esperaba María José.
El último día fuimos a la Calle de la Piedra a tomar Marisco.
Pero de camino, encontramos un maravilloso puesto, que visitamos repetidamente.
El principal producto eran los "Bolsos Banana" y pantalones Cagados.
Rápidamente María José cambió su indumentaria y comenzó a llevar el Bolso Banana y el pantalón cagado.
Esta foto está hecha antes de su transformación.
Por fin llegamos a la calle.
Pero cuando estábamos apunto de entrar una chica muy simpática nos asaltó.
Estaba claro que teníamos la cara de turistas con intención de comer marisco.
Después de enseñarnos todo el menú y hacernos una considerable rebaja sobre el precio de la carta y algún que otro regalo, nos llevó a su Restaurante.
En un principio pensé que era el Restaurante de al lado, pero 500 metros después ya tenía claro que no lo era.
También comienzas a pensar cosas raras : ¿Dónde me llevaran?; ¿Será un cutrerio?; ¿El Marisco será congelado? etc.
Bueno, a la vuelta de la esquina se resolvió el enigma, el sitio era muy bonito. Incluso estaba en la calle "de la Piedra", pero bueno al principio o al final, según se mire.
La "Mariscada" nos salió sobre los 60 euros.
En este precio estaba incluido además del marisco, un plato de pulpo, algún otro plato típico de la zona, agua, vino, postre y café.
Cuando volvíamos al Hotel conocimos a una pareja de aproximadamente 35 años. Los dos ingenieros el trabajaba en una empresa de ascensores de Vigo y ella en otra de adaptación de coches para minusválidos en La Coruña.
Ambos con más de 9 años de experiencia .
Sobre todo ella, se sentía maltratada en su trabajo. Estaba pensando en ir a trabajar a los Estados Unidos, donde había conseguido alguna oferta de trabajo, parece que sólo la paraba el novio.
Es triste que gente tan joven y preparada sólo piensen en salir de su tierra a buscarse las habichuelas.
Llegamos por la noche al hotel y gracias al GPS tardamos muy poco.
Esta es la segunda vez que vamos a Vigo, la primera fue en el año 2002 y en aquella ocasión fuimos a un camping y el coche que teníamos era un Opel Corsa.
La ciudad tiene aproximadamente 300.000 habitantes y está construida sobre unas colinas.
No me acordaba de la cantidad de cuestas que tiene la ciudad.
Cuando llegamos contaban en los periódicos como algo histórico, la llegada de 3 cruceros al puerto; vamos que todo el centro estaba lleno de turistas.
Le pregunté a María José si quería ver los barcos.
Ella me contestó que sí
Después de desayunar en un bar cercano al Hotel, salimos en busca de los turistas y los Barcos.
Llegamos al puerto y los barcos son muy grandes.
Intentamos acercarnos pero rápidamente el servicio de seguridad nos lo impidió.
El puerto comercial es muy bonito.
Habían unos Gaiteros y durante el tiempo que paseamos por el puerto nos tocaron un montón de canciones.
Los Gaiteros seguro que los sacaron del Hogar del Pensionista, el más joven 89 años. Pero tocaban muy bien y fue divertido.
También visitamos las Rías Bajas.
Llegamos a Baiona.
Visitamos el Parador Nacional de esta ciudad, que es muy bonito.
Aquí María José hablando con alguien muy relacionado con el Presidente del Gobierno.
Por la tarde nos bañamos en esta ría.
Fuimos a la playa, la arena es blanca, muy parecida a la de Alicante, dejamos las cosas y fuimos al agua.
Lo primero que me llamó la atención fue, que cuando entramos al agua su color era verde. Imagino que era por la acumulación de una especie de algas que había en la orilla.
Dentro del agua, el tacto de la arena era extraño, la sensación era como si caminaras por una especie de colchón ; imaginé que era por la cantidad de algas acumuladas y enterradas en la arena.
Comencé a andar, intentando que el agua me cubriera, pero en eso se parecía a "Playa Lisa" de Santa Pola, para que te llegara el agua al cuello, tenía que tumbarme.
Bueno yo seguí caminando hacia el centro de la ría. El agua seguía de color verde, y también tenía olor, como a pescado.
Comencé a ver peces a mi alrededor, los primeros eran pequeñitos, no me preocuparon mucho, poco después otros un poco más grandes y eso me preocupó algo más, comencé a recordar las películas de "Tiburón I, Tiburón II y Tiburón III" y decidí que sería mejor volver a la orilla, donde me esperaba María José.
El último día fuimos a la Calle de la Piedra a tomar Marisco.
¿Cuánto Valen los bolsos? y ¿Los pantalones? |
El principal producto eran los "Bolsos Banana" y pantalones Cagados.
Rápidamente María José cambió su indumentaria y comenzó a llevar el Bolso Banana y el pantalón cagado.
Esta foto está hecha antes de su transformación.
"Llevo Bolso Banana y Pantalón Cagado" |
Por fin llegamos a la calle.
Pero cuando estábamos apunto de entrar una chica muy simpática nos asaltó.
Estaba claro que teníamos la cara de turistas con intención de comer marisco.
Después de enseñarnos todo el menú y hacernos una considerable rebaja sobre el precio de la carta y algún que otro regalo, nos llevó a su Restaurante.
En un principio pensé que era el Restaurante de al lado, pero 500 metros después ya tenía claro que no lo era.
También comienzas a pensar cosas raras : ¿Dónde me llevaran?; ¿Será un cutrerio?; ¿El Marisco será congelado? etc.
Bueno, a la vuelta de la esquina se resolvió el enigma, el sitio era muy bonito. Incluso estaba en la calle "de la Piedra", pero bueno al principio o al final, según se mire.
La "Mariscada" nos salió sobre los 60 euros.
En este precio estaba incluido además del marisco, un plato de pulpo, algún otro plato típico de la zona, agua, vino, postre y café.
Cuando volvíamos al Hotel conocimos a una pareja de aproximadamente 35 años. Los dos ingenieros el trabajaba en una empresa de ascensores de Vigo y ella en otra de adaptación de coches para minusválidos en La Coruña.
Ambos con más de 9 años de experiencia .
Sobre todo ella, se sentía maltratada en su trabajo. Estaba pensando en ir a trabajar a los Estados Unidos, donde había conseguido alguna oferta de trabajo, parece que sólo la paraba el novio.
Es triste que gente tan joven y preparada sólo piensen en salir de su tierra a buscarse las habichuelas.
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