domingo, 14 de octubre de 2012

oporto


OPORTO

Llegamos hacia el medio día al Hotel esta en la ciudad de Valongo; aproximadamente a 8 Km de la ciudad.
Tuvimos un pequeño problema a nuestra llegada, aunque habíamos hecho la reserva no tenía constancia de nuestra llegada.
Después de solucionar el problema, nos fuimos a comer a un restaurante cercano a nuestro Hotel.
Cuando llegas a un país extranjero uno de los principales problemas que tenemos los forasteros es saber que estás pidiendo.
Me dí una vuelta por el restaurante para ver, y de pronto, la pareja que estaba a nuestro lado le sirvieron un maravilloso plato de algo desconocido pero que olía muy bien.
Al camarero le pregunté que era, y este me dijo que era "Bacalao ".
Aunque María José en un principio puso alguna objeción por el tamaño del plato, yo la tranquilicé, diciéndole que haría todo lo necesario.
Estaba muy bueno, incluso María José colaboró conmigo para hacer lo necesario.
El coste total fue de 23 euros.


Llegamos por la tarde a la ciudad, el coche lo aparcamos cerca del Río Duero.
Si el río me pareció impresionante en Zamora, en Oporto fue superado.
Esta zona era el antigüo puerto de la ciudad.
Toda esta parte está llena de restaurantes y bares.
Aquí el precio de las cosas se parecían más a España que en otras partes de la ciudad.

Imagino que sería por la cantidad de turistas que estábamos.




 Cuando le ponías una moneda comenzaba a serrar el tronco.
Parece que había trabajado bastante ese día, porque ya llevaba varios troncos serrados.
Gallo de Barcelos










El Gallo de Barcelos.
Es símbolo de portugal.

Según cuenta la leyenda, hubo un asesinato en la ciudad de Barcelos; se detubo a un forastero y se le acusó del asesinato.
Esta persona en su defensa sólo decía que el no había sido, que el iba de peregrinación a Santiago.
Cuando estaba a punto de ser ejecutado en la horca, al condenado se le concedió un último deseo y este pidió que quería ver al juez para reiterarle su inocencia.
Cuando llegó donde estaba el Juez, este estaba con unos amigos comiéndose un pollo asado.
El concenado volvió a reiterar su inocencia y le dijo al Juez:
"Si soy inocente, ese pollo asado se levantará y moverá sus alas".
Todo el mundo se burló y lo mandaron rápidamente a la horca.
Cuando se ejecuta la condena, en ese momento el gallo asado se levantó y comenzó a cacarear y mover las alas.
Pero el Juez no llegó a tiempo para salvar al condenado de la Horca.
El Juez ordena descolgar al peregrino y ante la sorpresa de todo el mundo, el peregrino comienza a toser y se recupera.
Poco después continuó su viaje hacia Santiago.


Salto al Duero
Seguimos paseando por la orilla del río, al rato llegamos a un antigüo puerto, donde encontramos a varios chicos jóvenes divirtiéndose.
Tengo  que decir que estos chicos eran valientes.
Había mucha altura y el agua tenía un color inquietante.







Atardecer en Oporto








Maria José viene

Maria José se marcha
El segundo día lo dedicamos a pasear por el Centro de la ciudad.
El día era caluroso y húmedo.
Siempre que podíamos recorríamos las calles más estrechas de la ciudad.
Ese día comimos en el Centro. Pero no donde están los turistas, sino donde come la gente de Oporto.
El menú fue de primer plato "sopa verde" y de segundo Pescado; postre, bebida y café, total 5 euros.
En el Restaurante que comimos había una gran variedad de pasteles, yo me pedí uno con cabello de ángel.

Luego por la tarde seguimos recorriendo la parte comercial de la ciudad.
Visitamos algunas iglesias; la Universidad etc.
Después de muchas horas caminando, decidimos hacer una parada en este sítio tan bonito
Yo me tomé una cerveza a precio español, 2,5 euros y María José un café, también a precio español. 1,5 euros.

Poco a poco la noche llegó y decidimos volver al Hotel.

El coche lo teníamos cruzando el puente metálico y cuando lo cruzabámos pudimos ver esta magnífica vista.

Rio Duero desde el Puente de Eifel.









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