Bogarra

Es la segunda vez, que vengo a esta zona y estoy gratamente sorprendido.

Llegamos el Viernes, habíamos quedado con un grupo de Senderistas de Elche, ellos se hospedaban en un Hotel diferente al nuestro, cuando nosotros decidimos ir, todas las habitaciones estaban ocupadas.

Una de las muchas esculturas.

María José, tenía muchas ganas de ir, pues, hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para poder estar.

Batán

El Hotel que reservamos está bien, aunque después de ver el Hotel, en el que estaba el resto del grupo,........ sin comparación.

Refrescando los pies, en la poza de Batán.

El primer día,  quedamos en el Ayuntamiento de la ciudad, donde se inicia la  "Ruta de las Esculturas".

Fresita, se quería mojar algo más.

Al llegar al río, comenzamos a ver las primeras: animales, personas, cosas.....

Esta muy bien, acompañan a un paisaje muy bonito del río

Mirando Escultura haciendo fotos, rápidamente llegamos al "Batán", aquí finaliza la ruta.
En la actualidad es un merendero, la gente estaba hablando de tomar una cerveza, pero antes había que llegar al final.

Ciudad de Bogarra, desde el Río.

Una bonita cascada que finaliza en una poza.

El agua, estaba muy fría, algunos se bañaron y otros, solo nos mojamos los pies.
Después si, tocaba la cerveza.

El Regreso, se hizo por el otro margen del río, esta parte, el sendero discurre junto a un canal de agua, que nos acompañó hasta la ciudad.

Paramos en el Ayuntamiento y allí hicimos los habituales ejercicios de estiramientos.
El grupo se marchó a su Hotel y nosotros al nuestro.

Cruzando el río.

Después de una ducha recuperadora,  fuimos a comer.
La Jefa de Hotel, que se llama Mari, nos dijo, que teníamos que esperar, que habían dos bodas y, el Restaurante lleno. Pero, enseguida nos llamaron.
Pedimos una ensalada, un gazpacho y chuletas de cordero, todo estaba bueno.

Después a dormir la siesta.
No habría ninguna actividad con el grupo, hasta las 8 de la tarde, que Peli, nos daría una clase de Pilates.

El Grupo.

Fue un día muy intenso.

Este soy yo, todo sudoroso.

Algo que noto, los que vamos al interior de la península, es el clima seco.
Estábamos con temperatura de 30 y 35º, pero se estaba bien en la calle.
Incluso por la noche, la ventana cerrada y tapados, porque hace fresco.

El agua está fría.

Estaremos 3 días en la zona.

Vista desde un mirador.

Chelva, La ruta del agua

Chelva.

Un buen día de excursión.
Hacía tiempo que quería ir a la ciudad, mi hermano, había comentado que la zona es muy bonita.
Y así es.

Iglesia de Chelva

Al llegar, lo primero  ir a la Oficina de Turismo, un señor muy amable, indicó muchas de las posibilidades, que nos ofrecía la ciudad.
Nos facilitó un plano del recorrido.

Hay un montón de fuentes en la ciudad.

Pero antes de nada, nos acercamos a un bar para desayunar.
Una buena tostada con mantequilla y mermelada y un suculento café con leche.

Caminando por el río

Hay que recoger energía para la caminata.

Río Tuejar.

Río Tuejar; nacimiento.

Primer baño del año

Fresita vestida de limoncito.

Salimos temprano desde el Puente de Barrachina.

Este año, por lo que comentó Licinio solo seríamos 37, muy pocos en comparación al año anterior.

La distancia a recorrer, aproximadamente 17 Km.

La temperatura ideal, para hacer la marcha.

Foto de Grupo.

Debido a mi lesión de rodillas, me costó un poco más llegar.

Lo mejor de todo son las diferentes conversaciones que surgen entre los caminantes·

Desembocadura del Vinalopo, parte bonita.

Llegamos relativamente pronto a la primera parada, o eso me pareció. Había preparado bocadillos de jamón de york.
Últimamente  preparo menos comida. Antes, cuando salía a la montaña preparaba comida, como si no existiera un mañana.

Un río vivo.

Continuamos la segunda parte, ahora el sol apretaba, aunque conforme nos acercábamos al mar, notaba una suave brisa marina.

Las últimas lluvias se había hecho notar, por la cantidad de maleza, haciendo los senderos impracticables.

Llegamos al final del río, la desembocadura es ridícula.

¡Que pena!.

Final del Vinalopo

Este último tramo, discurre por canales hasta una especie de lago, junto a las Salinas de Santa Pola.

Llegamos a la hora prevista al Hostal Galícia. Había dos mesas grandes, cada uno fue eligiendo el sitio que quiso.

Uno de los alicientes de la marcha, es el baño en el mar.

Llegué bastante acalorado, me puse el bañador y fui al agua. La primera impresión es de UFFFFF que fría.

Poco a poco, mis pies, se acostumbraron a la temperatura, de esta forma fui introduciendo mi cuerpo dentro del agua, hasta la meta final, meter la cabeza dentro......

La verdad, es que me sentó muy bien......

Después del baño, la comida: de primero pusieron unas almendras y una jarra de cerveza, llené mi copa y rápidamente llené otra. Notaba la ansiedad de beber y de comer.

Después pusieron unas patatas fritas, pan tostado, alioli, tomate y un poco de aceite......

La paella, tardó un poco más de la cuenta, pero al final llegó..... ¡muy buena!.

Con el estomago lleno, y casi en posición de siesta, Licinio nos avisó de que el autobús había llegado y que fueramos recogiendo nuestras cosas.