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Av de Valladolid, Madrid |
Hoy Madrid se despertó con una buena nevada.
Visualmente la nieve es muy bonita, además los copos que caían eran muy grandes.
Caminar por las calles, los parques y sentir la nieve, es muy agradable.
Todo tan blanco, tan bonito........¡pero solo un rato!.
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Todos los coches llenos de nieve |
Los niños estaban en los parques tirandose bolas de nieve, otros hicieron un gran muñeco.
La parte no bonita.
Conforme iba nevando, las calles comenzaron a complicarse, por la zona en la que estaba, vi pasar los vehículos del Ayuntamiento tirando sal en las calzadas.
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Palacio Real, desde el Puente de Segovia. |
Aunque la nieve caía con fuerza, no hacía el suficiente frío como para que la nieve cuajara, por otra parte la gente la pisaba y esa nieve tan blanca y tan bonita, dejó de serlo y se convirtió en agua nieve.....
Era un poco incomodo caminar, porque cuando pisas aunque inicialmente es nieve, esta se convertía en agua.
Resultado, mis zapatos se mojaron y hasta ahora que estoy escribiendo esto, no se han calentado mis pies.
Por la tarde la lluvia hizo presencia y la ciudad comenzó a dejar de ser blanca.
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Jardines del Ŕetiro, al fondo el Casón del buen Retiro. |
Al día siguiente, todo lo blanco desapareció para volver a sus colores habituales del verde o el negro del asfalto.
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Parque del Oeste, vista desde el arco de triunfo |
En los parques se veían las consecuencias de las nieves en la naturaleza.
También vi un Labrador, de pelo largo, igual que el de Dani.
El animal estaba disfrutando revolcándose en la nieve, el dueño iba detrás llamándole la atención. Imagino que para que no se llenara de barro.
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Parque del oeste |
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Cibeles, al fondo |
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Lago del Parque del Retiro |
He pasado en muchas ocasiones bajo este monumento, pero hasta hoy no me había dado cuenta que lo dedican a Alfonso XII, el Pacificador.......
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Yo, con cara de frío.
Madrid es una ciudad que me gusta y en la que he estado en muchas ocasiones.
Las dos casas más bonitas son El Palacio Real y el Palacio de Liria, que es la casa de los Alba.
Intenté hacer una visita a los Alba, pero no me dejaron.
Llamé a la puerta y un señor muy amable salió. Me indicó que los señores no estaban en este momento, pero que podía visitarles concertando cita previa.
Recibía todos los Viernes, teléfono 915475302 y que preguntara por Álvaro.
Esta casa es un museo, claro que vale la pena concertar cita para pasar un rato allí.
Luego me dirigí a la otra gran casa, pero el dueño de la casa, tampoco estaba.
Me conformé paseando por los magníficos jardines de su casa.
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