lunes, 24 de julio de 2017

Las Médulas

Hace unos años visité las Médulas, en esta ocasión el Hotel lo cogimos en la otra parte de la montaña. el Pueblo se llama "Orellan".
La distancia entre Elche y las Médulas es de unos 800 Km y estrenábamos el coche.
Lo que más me gustó del coche es la opción de  "velocidad de crucero", hace la conducción muy cómoda.

Comiendo en Bar de Carretera.
Salimos a las 9 de la mañana y creo que llegamos sobre las 7 de la tarde.
Las paradas, la primera la hicimos en el lugar habitual y la segunda pasado Madrid, creo que ya habíamos salido de la autopista.

Subiendo a la Habitación.

El Pueblo de Orellán , está en el Bierzo, en la Provincia de León.
La temperatura era buena, tirando a fresquete.

Panorámica desde la Habitación.

El Hotel, es una casa Rural, que alquilaba las habitaciones, cuando llegamos, sólo estábamos nosotros y una familia Checa, que habían venido en coche.

Tomamos posesión de la habitación, el dueño del Hotel, era un chico joven y la Cocinera la Madre, me pareció que el padre había fallecido.
Nos preguntó si cenaríamos allí.

La cena fue un filete de ternera, ¡muy buena!.
Después de cenar, hablamos durante un rato con el dueño del Hotel, de lo típico,  cosas de allí, de nosotros, en la conversación descubrí, que aunque las Médulas pertenecen a la Provincia de León, allí se habla el Gallego.

La gente que visita las Medulas, obligatoriamente tienes que pasar por Orellán, para ver un paisaje espectacular, "Las Médulas".

Mirador de Orellán.
El Mirador de Orellán está aproximadamente a 3 Km del Hotel, ¡todo cuesta arriba!.
Antes de llegar al mirador, hay un aparcamiento, aproximadamente a 600 metros.

En el mirador hay un acceso a las minas, abren a partir de las 11 de la mañana y su precio es de 3 euros.


Pero esa excursión la dejaríamos para el día siguiente, después de tomar estas fotos volvimos al Hotel a cenar.
Aquí estoy yo aún con barriga de Alicante, cuando volví de Galicia, mi barriga ya no era la misma.


Nos levantamos temprano, el desayuno entraba en el precio del Hotel, pedimos una tostada con mantequilla, mermelada (de elaboración casera), zumo de Naranja y café con leche.

Disfrazados de mineros
Al dueño del Hotel, le pedimos el favor de que nos guardara las maletas hasta por la tarde que volveríamos a recogerlas.

Nuestra intención era hacer primero la visita a las minas , después el recorrido circular de la zona, comer en las "Médulas pueblo" y volver por la tarde.



¡Espectacular!.
 La primera parte de la mañana comenzó muy bien, hacía más bien frío e incluso comenzó a llover.
Las minas son una sucesión de túneles, al final se llega al mirador.

En la mina No encontramos oro.
Salimos de los túneles, María José se entretuvo en un puesto de pulseras,  collares etc, con temática celta.
Les compró algo para las niñas.
La mujer nos explicó los diferentes recorridos que podríamos hacer, las distancias y dificultad del recorrido.

Canalización de agua Romana, para las minas.

Decidimos hacer la circular que tiene una distancia de 7 KM.
No hay grandes desniveles, el paisaje es espectacular.
La primera parte del recorrido es subida, pero después todo bajada.
Por el camino nos encontramos algunos excursionistas que hacían el recorrido a la inversa.

Senda Reirigo
Una pareja extremeña, nos indicó otro recorrido alternativo y fácil, que a su parecer merecía la pena.
La senda Reirigo, esta senda te llevaba cresteando las montañas y se podía ver las Médulas y el valle, al final te conducían nuevamente a la circular.

¡Es el árbol más gordo que he visto!.

¡lLlegamos al pueblo!.
Lo primero buscar algún sitio para comer.
El primer sitio que vimos, es una casa Rural, en la que hicimos noche la primeva vez que estuvimos aquí.
Seguimos bajando al pueblo, en comparación a la última vez, había más restaurantes y tiendas para los turistas.
Elegimos un bar, el menú creo que costaba 12 euros y la calidad de la comida era bastante buena.
Aunque era mediodía, se estaba muy bien en la terraza.
Nos quedaba la visita al interior del parque y volver al coche.
María José había tenido una caída y se había hecho daño en un pie, la cosa no pintaba muy bien.

Parte exterior de La encantada.

Las Médulas, según las indicaciones que nos vamos encontrando, fue la mina de cielo abierto más importante de Roma. Desde hace unos años el entorno fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

La cuevona

Para ir a "La cuevona y La encantada" dos de las cuevas del interior del parque, se puede hacer por un recorrido rápido y otro más largo.
María José estaba resintiéndose de su caída y aunque quería seguir, opte por el recorrido corto.

La cuevona, desde arriba; María José está sola al fondo de la foto.
En mi cabeza comenzaba a tener la sensación de que volvería solo a recoger el coche, el camino de acceso al "Mirador de Orellán", desde el interior de las Médulas, tiene una longitud de 1 KM, con un desnivel medio del 25%.
En circunstancias normales, María José lo hubiera subido con una pierna.

Llegamos a la Cuevona, las dimensiones del paisaje son tan gigantescas, que es muy difícil de plasmar en una fotografía.

Cuando tocaba regresar, María José ya me dijo que volvería al pueblo, que le dolía mucho el pie.

¿Yo sola, yo sola!
El camino de vuelta, encontré a dos hombres de Toledo y que regresaban a casa después de haber hecho el Camino de Santiago en Bicicleta.
Caminamos un rato, me explicaron su aventura, después ellos siguieron por el camino. Subí por la senda que da acceso directo al Mirador de Orellán.
Antes encontré una fuente, llené mi cantimplora con agua.


La subida fue intensa, subía con calma, mirando los árboles. La vegetación era tan tupida que no se podía ver más allá de unos metros.
Caminando por estos senderos, se entienden bien los cuentos de brujas, monstruos...... y miedos que todos tenemos en el subconsciente.
Yo no tenía ningún miedo..........., pero había tantos ruidos, la cabeza buscaba....... muchas cosas.

No sé cuando volveremos, pero me gustó mucho volver......

No hay comentarios:

Publicar un comentario