Es la primera vez desde que cumplí los
18 años y con ellos, mi derecho al voto, que he votado dos veces
seguida para elegir al Presidente del Gobierno.
En navidad vote y ahora en Junio volví
a votar.
Con los resultados de las primeras
elecciones, me gustó el panorama político que comenzaba.
Dos nuevos partidos entraban en el
Parlamento.
No volvería haber “Mayoría
Absoluta” de ningún partido.
¡Pienso que no
es buena!.
La gobernabilidad del País, dependería de otros partidos con intereses Nacionales y no, como hasta ahora, de partidos Independentistas o Nacionalistas.
Partidos que sólo velan por el interés
de sus Comunidades Autónomas y no por el interés común de todas
las Comunidades.
Se comienza a dar los primeros pasos
para elegir un Presidente.
El tiempo pasaba y no se llegaba a
ningún acuerdo.
Como he dicho, ¡me daba igual quien
gobernara!, lo que quería es que el poder estuviera repartido.
Después de muchos días, lo que tenía
interés para mi, por novedoso, dejó de tenerlo por:
¡REPETITIVO Y CANSINO!.
Incluso un Partido como “Podemos”,
muy mediático, comencé a verlos
¡Cansinos y aburridos!
Con este panorama se llegó a esta
segunda vuelta.
Fui a votar, en esta ocasión no me
acompañó María José, ¡estaba enfadada por la situación!
Ana había votado por la mañana y
María, que estaba en Viena, tampoco votó.
Hubiera sido buen detalle en Votar
allí, sería la primera de la familia que lo habría hecho fuera de
España.
Por la noche, se resolvió el enigma.
¡Todo volvió a ser casi igual!, algo que me parece lógico.
Estoy escribiendo esto en Agosto y la
situación no ha variado.
Bueno si. Ahora estoy absolutamente
cansado y no tengo casi ningún interés en quien gobernará.
Solo mantengo algunos principios.
No quiero mayorías absolutas.
No quiero que mi futuro dependa de
Partidos Independentistas y Nacionalistas, que no quiere nada con la
Comunidad Autónoma en la que vivo.
Y muy probablemente votaría al mismo
partido político.
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