Este domingo pasado se celebró el Primer Campeonato de Cars, "Tío Vicente".
El día amaneció soleado, habían cambiado la hora y aún así, me costó un poco levantarme.
Habíamos quedado con Vicente en el Circuito de Cars que hay cerca del campo de fútbol del Elche.
Es una pista que llevará un año abierta.
Hoy venían a comer a casa la familia y después de hacer los últimos encargos, nos dirigimos a la pista.
Los corredores serían, María, Ana, Dani, Tío Vicente y yo. María José dijo que no quería competir, que tenía un poco de miedo.
Cuando llegamos no había mucha gente en la pista, mientras esperábamos al Tío Vicente, veíamos como otros corredores se dejaban la piel por ganar a su oponente.
Esta sería la segunda vez que subía a un car, la primera fue hace la tira de años. En una pista de Car que había en el "Río Safari de Elche". Desconozco si en la actualidad sigue existiendo.
Los coches tenían un motor de 49 cm3. No corrían y, cuando llevabas varias vueltas el olor a "motor quemado" era muy evidente. Pero aún hoy en día me acuerdo muy bien, como una experiencia vivida con mucha intensidad.
Lo mejor no era la velocidad que alcanzasen esos vehículos, lo más importante era la sensación de intentar adelantar a tu amigo, que llevaba un coche similar al tuyo.
Al final de la carrera nos quedamos mi amigo Pedro y yo, que físicamente eramos muy parecidos, compitiendo por llegar uno por delante del otro.
Ahora no recuerdo como quedó la cosa, pero si me acuerdo de aquella tarde.
El problema era el dinero, era bastante caro y creo que sólo hicimos dos carreras.
Mi hermano Vicente, escuchó mi relato y quiso regalarme esa misma experiencia vivida hace mucho tiempo.
En este caso la experiencia la viviría con mi familia.
El Tío Vicente llegó.
Fuimos a inscribirnos. Nos hicieron firmar un documento, en resumen enumeraban las condiciones del contrato de alquiler del Car y, sobre todo, que somos responsables de todos los daños que pudiéramos hacernos.
Salimos a la pista, allí nos esperaba el "Jefe de Pista", que nos explicó como se desarrollaría la carrera:
Inicialmente daríamos 4 vueltas, aquí se determinaría el orden de salida en la carrera.
Después la carrera,12 vueltas.
El que llegue el primero, ese sería el ganador.
Avisó que debíamos tener cuidado al conducir el CAR, éste podía llegar a alcanzar los 70 Km en la recta y, algunas otras cuestiones.
Lo siguiente, elegir el casco y el coche.
Me senté en el coche, arrancaron el motor y sólo tenía que acelerar.
La primera toma de contacto, muy interesante; el coche aceleraba bastante.
Llegué a la primera curva y frené con toda la fuerza que pude; también lo hacía bastante bien.
A partir de ese momento, comencé a acelerar y comprobar como se comportaba el coche en cada una de las curvas que tomaba.
Había que coger con fuerza el volante, se nota que estoy acostumbrado a la "dirección asistida", pero el vehículo giraba rápido y salía con presteza.
La segunda vuelta decidí ir a tope. Aunque aún tenía un poco de respeto al coche, por eso de los accidentes.
Sin darme cuenta finalizaron las 4 vueltas que teníamos de "Clasificación".
Nos paramos en nuestro puesto, comencé a mirar donde estaba cada uno de nosotros, de pronto descubrí que María se había salido de la pista e intentaba volver.
La clasificación fue:
Dani; Yo; Ana; Tío Vicente y última María".
Comienza la carreta, un semáforo daría la salida; tres luces rojas y al final una verde.
"VERDE"; la primera intención fue acelerar a tope, pero luego pensé en que lo divertido era estar con la gente, dejé pasar a Ana, al Tío Vicente y María. Todos me adelantaron.
Llegamos a la primera curva y, comencé acelerar, pero los coches corrían mucho, ¡parece que no sería tan fácil!.
¡Vaya!, Ana se salió de pista, ¡que pena!, se queda fuera de competición.
El Tío Vicente apretaba y ajustaba la frenada hasta el límite de la curvas, creo que después de dos o 3 vueltas conseguí adelantarlo.
Después María, ésta también corría mucho.
Casi sin darme cuenta, el Jefe de Pista, sacó la bandera a cuadros y la carrera finalizó.
En ese momento noté que estaba un poco cansado.
Bajamos todos de los coches y comenzamos a intercambiar nuestras experiencias.
En Recepción, nos facilitaron la clasificación.
Luego pusieron el himno de España y nos dieron 3 botellas de sidra.
Dani como ganador, subió a los más alto del PÓDIUM y tuvo el honor de abrir la botella de Sidra.
Me lo pasé bien.
Y por los comentarios de las niñas, también.
María la dejamos en el "Mercado Medieval" y cuando está eufórica tiene la costumbre de caminar dando zancadas muy grandes y, de ese modo se marcho.
El día amaneció soleado, habían cambiado la hora y aún así, me costó un poco levantarme.
Habíamos quedado con Vicente en el Circuito de Cars que hay cerca del campo de fútbol del Elche.
Es una pista que llevará un año abierta.
Hoy venían a comer a casa la familia y después de hacer los últimos encargos, nos dirigimos a la pista.
Los corredores serían, María, Ana, Dani, Tío Vicente y yo. María José dijo que no quería competir, que tenía un poco de miedo.
Cuando llegamos no había mucha gente en la pista, mientras esperábamos al Tío Vicente, veíamos como otros corredores se dejaban la piel por ganar a su oponente.
Esta sería la segunda vez que subía a un car, la primera fue hace la tira de años. En una pista de Car que había en el "Río Safari de Elche". Desconozco si en la actualidad sigue existiendo.
Los coches tenían un motor de 49 cm3. No corrían y, cuando llevabas varias vueltas el olor a "motor quemado" era muy evidente. Pero aún hoy en día me acuerdo muy bien, como una experiencia vivida con mucha intensidad.
Lo mejor no era la velocidad que alcanzasen esos vehículos, lo más importante era la sensación de intentar adelantar a tu amigo, que llevaba un coche similar al tuyo.
Al final de la carrera nos quedamos mi amigo Pedro y yo, que físicamente eramos muy parecidos, compitiendo por llegar uno por delante del otro.
Ahora no recuerdo como quedó la cosa, pero si me acuerdo de aquella tarde.
El problema era el dinero, era bastante caro y creo que sólo hicimos dos carreras.
Mi hermano Vicente, escuchó mi relato y quiso regalarme esa misma experiencia vivida hace mucho tiempo.
En este caso la experiencia la viviría con mi familia.
El Tío Vicente llegó.
Fuimos a inscribirnos. Nos hicieron firmar un documento, en resumen enumeraban las condiciones del contrato de alquiler del Car y, sobre todo, que somos responsables de todos los daños que pudiéramos hacernos.
Salimos a la pista, allí nos esperaba el "Jefe de Pista", que nos explicó como se desarrollaría la carrera:
Inicialmente daríamos 4 vueltas, aquí se determinaría el orden de salida en la carrera.
Después la carrera,12 vueltas.
El que llegue el primero, ese sería el ganador.
Avisó que debíamos tener cuidado al conducir el CAR, éste podía llegar a alcanzar los 70 Km en la recta y, algunas otras cuestiones.
Lo siguiente, elegir el casco y el coche.
Me senté en el coche, arrancaron el motor y sólo tenía que acelerar.
La primera toma de contacto, muy interesante; el coche aceleraba bastante.
Llegué a la primera curva y frené con toda la fuerza que pude; también lo hacía bastante bien.
A partir de ese momento, comencé a acelerar y comprobar como se comportaba el coche en cada una de las curvas que tomaba.
Había que coger con fuerza el volante, se nota que estoy acostumbrado a la "dirección asistida", pero el vehículo giraba rápido y salía con presteza.
La segunda vuelta decidí ir a tope. Aunque aún tenía un poco de respeto al coche, por eso de los accidentes.
Sin darme cuenta finalizaron las 4 vueltas que teníamos de "Clasificación".
Nos paramos en nuestro puesto, comencé a mirar donde estaba cada uno de nosotros, de pronto descubrí que María se había salido de la pista e intentaba volver.
La clasificación fue:
Dani; Yo; Ana; Tío Vicente y última María".
Comienza la carreta, un semáforo daría la salida; tres luces rojas y al final una verde.
"VERDE"; la primera intención fue acelerar a tope, pero luego pensé en que lo divertido era estar con la gente, dejé pasar a Ana, al Tío Vicente y María. Todos me adelantaron.
Llegamos a la primera curva y, comencé acelerar, pero los coches corrían mucho, ¡parece que no sería tan fácil!.
¡Vaya!, Ana se salió de pista, ¡que pena!, se queda fuera de competición.
El Tío Vicente apretaba y ajustaba la frenada hasta el límite de la curvas, creo que después de dos o 3 vueltas conseguí adelantarlo.
Después María, ésta también corría mucho.
Casi sin darme cuenta, el Jefe de Pista, sacó la bandera a cuadros y la carrera finalizó.
En ese momento noté que estaba un poco cansado.
Bajamos todos de los coches y comenzamos a intercambiar nuestras experiencias.
En Recepción, nos facilitaron la clasificación.
Luego pusieron el himno de España y nos dieron 3 botellas de sidra.
Dani como ganador, subió a los más alto del PÓDIUM y tuvo el honor de abrir la botella de Sidra.
Me lo pasé bien.
Y por los comentarios de las niñas, también.
María la dejamos en el "Mercado Medieval" y cuando está eufórica tiene la costumbre de caminar dando zancadas muy grandes y, de ese modo se marcho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario