Hace unos días fui con María José al "Centro Indra" con el objeto de escuchar "Cuentos Taoístas".
La persona que los contaba era Héctor, el hijo de Ginés.
Hacía tiempo que quería conocerlo, porque en casa se hablar mucho de él y me faltaba ponerle cara a su nombre.
Tampoco había ido al "Centro Indra", donde una vez por semana María José suele ir hacer "Tao-Yin".
Es un lugar agradable.
Después de saludar a los otros asistentes nos sirvieron una taza de Té.
Héctor comenzó.
Contó muchos cuentos, la mayoría muy interesantes, pero entre todos los que relató, quiero contar el Cuento del Caracol, el título no lo conozco, pero como salía un Caracol, pues lo titularé de esta forma.
Hace muchos años, imagino que en la lejana China, en un lugar paradisíaco, allí situamos la historia.
Caminaban 2 Monjes Taoístas, por el Jardín, Los Monjes vieron un caracol que se arrastraba por el camino. Uno de los Monjes, lo cogió y lo puso en la hoja de una lechuga, para que estuviera fuera del peligro de ser pisado por otras personas y que comiera.
El Segundo de los Monjes, le preguntó porqué había hecho eso.
A lo que le contestó. Que era un ser vivo y que había que respetar la vida. Y que el mejor sitio que había pensado para él, era ese sitio.
A lo que el Segundo le contestó, que lo hecho era incorrecto, porque se comería la lechuga.
Estropearía probablemente el trabajo del "Monje Agricultor" que tanto esfuerzo había dedicado al cultivo de esas lechugas y después el "Monje Cocinero" no podría usarlas para que todos nosotros comiéramos.
En esa discusión estaban cuando llegó un tercer Monje.
Este les propuso ir a ver al "Monje Supremo" o al Monje más sabio y viejo del Monasterio.
Al llegar
El primer Monje, expuso el caso y contó la decisión que tomó.
El Monje más viejo y sabio, comenzó a pensar y pensar y después de mucho tiempo contestó. "Has obrado correctamente".
El segundo Monje, expuso su pensamiento al caso, El Viejo y Sabio Monje, volvió a quedar mucho tiempo, meditando y pensando sobre el problema, al final contestó: "Has obrado correctamente."
El tercer Monje, habló al Monje más sabio y le hizo ver, que a los dos le había dado la misma solución, y que eso no era correcto, en alguna de las dos opciones había de ser la más adecuada y por eso el propuso ir a ver al Monje más sabio del Monasterio.
El Viejo Monje, meditó el asunto y después de mucho tiempo contestó al tercer Monte. "Has obrado correctamente."
Se que no he relatado bien este cuento, porque hace tiempo que lo escuché.
Y aunque la historia ha sido modificada un poco. Como diría el viejo Monje.
"Has obrado correctamente."
Pienso que la moraleja de esta historia es la siguiente:
-Todos los caminos, las decisiones que se sigan son correctas. Nadie puede determinar que la opción que elijamos es la verdadera, la mejor, la............
Pienso que lo más importante es la voluntad, la intensidad, la emoción, disfrutar,...............que ponemos en recorrer cualquier camino, meta que nos marquemos.
En muchas ocasiones me ocurre, que tengo la ilusión en algo y durante mucho tiempo me esfuerzo en alcanzar la meta "La que sea", puede ser subir una montaña muy alta, correr una media marathon, aprender un idioma,........
Pienso que lo más interesante es "El camino" ,que se sigue para intentar alcanzar la meta que nos hayamos prefijado.
Es decir: Si queremos participar en una carrera, los días que salimos a entrenar, un Idioma, el estudio del mismo, hacer un viaje, obtener la máxima información posible del lugar a visitar........etc.
Cuando se alcanza la Meta, se tiene una sensación agradable, en la mayoría de los casos efímera, pero como personas, rápidamente nos fijamos una nuevo objetivo, pero lo más importante siempre es el camino que seguimos para alcanzar ese objetivo.
Me estoy liando, no me repito más.
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