lunes, 24 de febrero de 2014

Las Migas de los abuelos

El sábado fui a ver como mis padres hacían las migas.


Comienzan hacerlas.

Es una receta que ha evolucionado mucho a lo largo de la vida  de mis padres.

Mi madre hace las "Migas", igual que las hacía mi abuela.
Mi padre rápidamente intervino en la conversación e indicó cómo las hacía él, cuando era agricultor.

Cada uno de ellos discute hasta los más mínimos detalles en la forma de hacerse.
Pero si hay algo en que se ponen de acuerdo los dos, en "Andalucía" a las Migas no se les pone "Pimientos".

La receta evolucionó desde su origen, pero sólo con la introducción de los pimientos.

Ingredientes para aproximadamente 6 personas.

- Aproximadamente 1 kg de harina.
- 1 litro de agua con sal.   El agua tiene que estar hirviendo.
- Aceite; una cantidad indeterminada, pero por lo que ví, no hay que ser muy   
  rácano.  (Según mi madre 1,5 dedo)
-Panceta;     La cantidad que se quiera.; como diría la abuela.
                    al gusto;  según la cantidad de gente que coman.
-Chorizo,     La cantidad, pero creo que con 2 chorizos es suficiente.
-Pimientos:  1/2 kg de pimientos.
-Ajos:           1 cabeza de ajos.

 Forma de Preparación.

Se calienta el aceite, primero se hacen la panceta.
Después el chorizo; Pimientos y Ajos.
Da igual el orden en el que se hagan.

Mientras se calienta el agua con sal.

Después se pone el agua en la sartén, de hacer migas. La harina, el aceite y se va moviendo si parar.
Al final del todo, se ponen los pimientos y ajos.
La panceta y chorizo, mi madre no los pone junto a las migas, ella dice que es mejor que cada uno se ponga lo que quiera..

Ver vídeos explicativos.

Receta Migas 1a parte.

Receta Migas video 2

Receta Migas 3a parte

Recetas Migas 4a parte

Espero que os guste.

jueves, 6 de febrero de 2014

Aitana


Hoy María José no tenía ganas de levantarse temprano. Tenía algo de razón, entre pitos y flautas nos acostamos muy tarde.
La Hora de salida del grupo eran las 7:30 de la mañana.

Sonó el despertador y sin pensar me levanté, me vestí, desayuno rápido, cojo la mochila y a la calle.
En el  coche,  abro la puerta del garaje.
¿Qué hay en la puerta?.
Salgo del coche.
¡Una persona!  ¿Qué le pasará?.
Comienzo a tocarlo, a llamarlo, parece que va reaccionando.
Es un chico joven de aproximadamente 17 ó 18 años.
Poco a poco reacciona, pero el pobre está ausente, no sabe ni quien es, ni dónde está ni nada.
Le pregunto si quiere que lo lleve a "Urgencias", repetidamente me dice que NO, que quiere ir a su casa.
Le ayudo a levantarse y lo meto en el coche.
El chaval poco a poco comenzaba a estar en este mundo.
Le pregunto por el nombre de la calle de su casa.
Pero me dice que no la recuerda. Pero que me llevaría.
Arranco el coche, y me dice recto, cruzo la Av de Alicante, sigue recto, al final a la izquierda.
Eso es lo que hago.
¡Sorpresa! llego donde estan mis compañeros que saldrían a la montaña.
Paro un momento y les digo que llegaré más tarde, cuento brevemente el sucedido.
Bueno vuelvo a montarme en el coche, y el chico sigue dirigiéndome, pero de pronto vuelvo aparecer en mi casa.
Después de un rato, el chico reacciona y por fin comienza a decirme una dirección lógica de Elche.
Lo dejo en su casa, por la plaza de Barcelona y yo sigo mi camino dirección a Benifató.

Cometí el error de seguir el camino que "Paco" uno de los responsables del grupo iban a seguir. Me dijeron que irían por Alcoy. Pero este recorrido creo que era 30 Km más largo y además tenía un montón de  curvas.

Por fin llegué al punto de salida del grupo.



La ruta se inicia justo en este punto.
Hay un camino que sale a la derecha de esta fuente.
El agua estaba fresca y muy buena.

Comencé a caminar, sabía que habría llegado sobre 40 minutos más tarde que el grupo, pero bueno, aunque hiciera la ruta solo, ya la había hecho en otra ocasión y tenía claro que no me perdería.
Cuando llevaba 5 minutos, vi un grupo muy grande.
Pensé que podría ser mi grupo. Tampoco parecía que estuvieran muy lejos.


Parece un "mar de piedras".

La última vez que pasé, los senderos estaban helados y era muy divertido caminar por ahí, porque constantemente nos resbalábamos.
¡Qué difícil es caminará por hielo!

Rápidamente llegué a este "mar de piedras"-

Guadalest se ve al fondo del valle.


Había acabado el primer repecho.
Decidí quitarme una de las chaquetas que llevaba, porque ya comenzaba a generar bastante calor.
Aproveché para beber un poco de agua y sobre todo para disfrutar de las maravillosas vistas.
Al fondo se veía  Guadalest.



Seguí subiendo. Poco a poco el paisaje comenzó a cambiar.
Las piedras iban desapareciendo por la  llegada de los árboles.
Incluso había barro en los senderos por los diferentes riachuelos que discurren por las laderas de la montaña.


Al llegar ha esta fuente hice una segunda parada, para descansar y beber agua.
El agua estaba muy fresca y de un sabor muy bueno.
Miré el paisaje y me pareció volver a ver a mi grupo, que cada vez estaba más cerca.
Subiría al punto geodésico de la montaña por el "paso de la rabosa".
Es la primera vez que subo a Aitana por esta zona.

Paso de la Rabosa.

Por fin llegué.
Hasta ese momento no me había dado cuenta lo fuerte que estaba.
Noté  las clases de Spining y Pumb. Porque casi sin proponermelo recuperé los 40 minutos que llegué tarde.
Paco, Nacho y yo.
Y quiero decir, que fui a mi marcha, en ningún momento tuve la intención de ir más rápido por enlazar con el grupo. Simplemente fui a mi paso.
Este paso, es la zona más complicada de todo el recorrido.
El resto es una auténtica autopista, dentro del mundo del Senderismo.

Paso de la Rabosa, desde arriba.
En esta parte de la montaña hicimos la parada para desayunar.
Saqué mi bocadillo de Jamón Serrano.
Alguien sacó una botella de vino y he de decir que entraba bastante bien con el bocadillo.
Otros sacaron frutos secos, chocolatinas etc.
La gente comenzó a preguntar  ¿Qué me había sucedido?.
Lo curioso es que cada uno me daba una solución. Desde los que me decían que debería haber llamado al 112; otros a la Policía que normalmente se hacen cargo, hasta los que me decían que tendría que haberlo dejado ahí.
Creo que mi decisión fue la correcta.

El Puig Campana, al fondo.

Mientras almorzaba disfrutaba de este paisaje.
La última vez que estuve aquí, todo esto estaba nevado.
Había una mujer, que tiene 60 años, que consiguió un plástico, y lo usó como un pequeño trineo, y se dedicó a tirarse por las pendientes.
Nos lo pasamos muy bien pisando nieve.

La foto desde arriba. La persona más alta de la Comunidad Valenciana.

Después seguimos hasta el punto geodésico de Aitana, que está cerca de las antenas de Radar.
A partir de ahí, la vuelta.
El recorrido era una "Circular", eso supone que bajamos por un sitio diferente al que subimos.
Guadalest. Impresiona la foto.
Todo el tiempo fue bajada.
No muy fuerte, pero cuando estás mucho tiempo bajando, al final las rodillas comienzan a cargarse.
Además había que tener mucho cuidado por la cantidad de piedras que habían en los Senderos.


Ya esta terminando la mañana.
Al llegar al coche, lo típico: estirar, cambiarse de zapatos, etc.
Pero lo mejor fue volver a disfrutar de la fuente de agua.
Al arrancar el coche, la señal de Gasolina sonó.
¡Es verdad! No me acordaba, hacía mucho tiempo que el coche está en reserva.
Espero no quedarme tirado en mitad de la montaña.
Afortunadamente gran parte del trayecto de vuelta es cuesta abajo y siempre se gasta menos gasolina.
Pero......... Al final pude llenar el depósito en "La Nucia", creo que estaría a 30 KM.
UFFFFFF.


domingo, 2 de febrero de 2014

Tendinitis de Supraespinoso

La semana pasada, como cada lunes fui a la clase de PUMB.
Pero ese día fue algo diferente, después de la clase, notaba el hombro derecho con un pequeño dolor.
Al volver a casa, estaba cenando y María José me tocó un poco el hombro y yo respondí con un aullido de dolor.
En otras ocasiones he tenido dolor en el hombro y se que eso no pintaba nada bien.

Supraspinatus.PNG
Supraespinoso.
Me acosté, he de decir que no tomé ningún analgésico.
La noche la pase, regular, tenía molestias pero bueno.....

A la mañana siguiente al trabajo.

Allí noté que poco a poco comenzó a incrementarse el dolor en el hombro y poco a poco comenzó a irradiar ese dolor al cuello, a la columna, la cabeza, todo.

Lo más gracioso que es que el punto de dolor estaba absolutamente identificado.
Un punto muy concreto del hombro derecho.

Al llegar a casa, lo primero que hice fue quejarme a María José. Me hizo una pequeña exploración y me dijo:
No morirás de eso, simplemente es una "Tendinitis del Supraespinoso".

La solución fue darme un antiinflamatorio cada 6 horas y la inmovilización del brazo.

Aun así todo el hombro y por simpatía el resto del cuerpo me dolía.

Como no podía hacer nada me pasé esa primera tarde viendo la tele.
Pero el estar sentado no era una sensación agradable.
Esta lesión me ha durado hasta el día de hoy, vamos 1 semana y aún tengo alguna pequeña molestia.