martes, 7 de enero de 2014

Joaquina.

Visitamos a Joaquina.

Joaquina
Hacia 3 años que no la habíamos visto y las niñas aún más, por lo menos 8 años.
Queríamos ir a verla, pero por una u otra cosa lo vas dejando y al final pasan años.
Joaquina está muy bien, hacía 2 años que se había operado de la espalda y ahora no tiene dolores y sale a caminar todos los días.
Según cuenta es lo mejor que había podido decidir.




Salvador
Salvador es su marido, tiene un muy buen aspecto.
Hacía 5 años que se jubiló y su preocupación es como la de muchos españoles, ¿Qué va a ocurrir con su pensión?, porque en la televisión dice que las bajaran.
Ocupa principalmente su tiempo, en ir a la Caseta a limpiar, dar de comer a las gallinas, fumar en el balcón.......
Ah, no le gusta caminar.


Pedro Antonio, cuando llegamos estaba trabajando, recogiendo aceitunas, en el campo de un familiar. Tuvimos la suerte de verlo un rato.
Llegó a la hora de comer, comió rápido y se marcho. Es una pena, me hubiera gustado estar más tiempo con él.


Hace unos años mis hijas eran las pequeñas.
Tuvimos el placer de conocer a Joaquina hace 20 años. Parece que fue ayer, pero ya ha pasado todo ese tiempo.
Cuando nació María, necesitábamos alguna persona que nos cuidara la niña, mientras nosotros trabajábamos.

Hace todos esos años en Castalla, no existían guarderías para niños pequeños.
En los pueblos pequeños, funcionan las abuelas.


Nuestra abuela de Castalla fue Joaquina.
Buscábamos a una persona, y ella llegó.

Joaquina y familia, pasaba por un mal momento.
Hacía poco, el hijo mayor había fallecido en un accidente de tráfico, el conductor que lo atropello iba bebido.
Salvador hacía 2 años que había perdido su empleo.
Pedro Antonio, con una minusvalía del 60%.
Joaquina, intentaba dar una salida a su vida, y a su familia.

Con Rodrigo.

Nosotros eramos forasteros en el pueblo, no conocíamos a nadie. María José preguntó a Carmen, su amiga, sobre Joaquina y las referencias que nos dieron fueron inmejorables.
De esta forma, Joaquina llegó a nuestras vidas.

Todas las mañanas María José dejaba a María en su casa antes de ir su trabajo. Por las tardes la recogíamos los dos.

Más tarde llegó Ana, la mujer también nos crió a la segunda, pero Joaquina tenía el problema de la espalda y la pobre ya no podía hacerse cargo de las  niñas.
Por otra parte, Salvador comenzó a trabajar y los problemas  económicos comenzaron a solucionarse.

Pedro Antonio lo operaron del brazo, le  permitió una cierta movilidad y con esa pequeña mejora, pudo encontrar su primer empleo, que lo ha tenido, hasta hace poco.
El Hombre, lo está pasando un poco mal.
Se compró un piso, pagaba su hipoteca, se independizó, comenzó a ser dueño de su vida, pero con la pérdida de su trabajo y la finalización del "subsidio de desempleo", supuso volver a casa de sus padres, e incluso está pensando en vender su piso. En definitiva sólo es el trabajo, esfuerzo y la ilusión de muchos años.
Que mierda crisis.

Tengo buenos recuerdos de la familia.

Nosotros nos fuimos de Castalla, el tiempo pasaba y cada vez tardábamos más en ponernos en contacto.

Calle Mayor.
Bueno llegamos hacia las 12 de la mañana, nos estaban esperando, la mujer, nos había preparado un arroz con conejo, pero el conejo de campo, NO comprado en un supermercado. También puso huevos rellenos de sus gallinas, salmón ahumado que ella misma prepara y un montón de cosas buenas.
Salvador fumador empedernido, aunque le gustaba estar con nosotros, cada 30 minutos salía al balcón a fumarse su cigarro.

Después de comer, María José fue a visitar a una amiga suya, que hacía más de 14 años que no la veía.
Contó que su madre había fallecido hace unos meses, la mujer tenía 92 años.
Llegó la noche y volvimos  a casa.

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