lunes, 16 de septiembre de 2013

La Rioja II parte.


Después de disfrutar de la noche de Logroño, comenzó la parte más dura de nuestro viaje.

Río Ebro.
Lo primero que tuvimos que hacer es buscar aparcamiento, afortunadamente en Navarra había mucho aparcamiento.
La historia viene, porque el Cementerio de Logroño está justo pasado el río camino de Navarra y cuando un Logroñés se va a vivir a Navarra, parece que lo hace para siempre.
Bueno, está claro que los habitantes de este Barrio no usan mucho el coche, normalmente vienen en transporte público. Porque encontramos mucho aparcamiento y el centro de la ciudad lo encontramos sólo cruzar el puente.
Desde esta zona es por donde los Peregrino del Camino de Santiago entran a la ciudad.
Hay una oficina para el Peregrino donde le sellan la "Compostelana" y se le indica los lugares donde pueden hospedarse y  que pueden visitar etc.

La visita guiada comenzaba a las 11,30 de la mañana en la Oficina de Turismo.

Nuestra Guía se llama "Esther" y el precio fue de 5 euros por persona.
A cada uno nos puso una pegatina y ya tenía su grupo hecho.


Esther es la rubia.

Puerta de Salida de la ciudad de los Peregrinos.


Lo primero que hizo, fue contarnos el origen histórico de la ciudad y que acontecimientos importantes han ocurrido.
Entre muchas cosas, contaba que la ciudad no es muy antigua en comparación a otras ciudades de la misma comunidad, sólo unos 1000 años.   
El auge de la ciudad tiene dos acontecimientos importantes,
-Se puede pasar fácilmente el río.
-Los peregrinos hicieron el resto.
-De hecho, cuando recorres la ciudad te das cuenta que sólo tiene 3 calles, que trascurren paralelas al río y que en su origen estaban llenas de tiendas y negocios dedicados ha atenderlos.
-Ah, también era la frontera de Castilla para contener a los Navarros.
Por ello un rey, medieval, dio una serie de fueros a la ciudad, uno de ellos era No pagar impuestos, para  poblarla.
Iglesia de Santiago

La Calle que contiene el Camino es de "color amarillo".

El casto histórico, aunque pequeño, está muy rehabilitado y bastante bien conservado.
Esther contó que el Ayuntamiento desde hace años, aporta muchas ayudas para que la gente pudiera rehabilitar las casas y sobre todo que gente joven comenzara ha vivir en el centro, aunque con lo de la  crisis esto se ha parado un poco.


Nos contó el porqué de la tradición vinícola de la ciudad.
Sobre 1800 hubo una enfermedad en todas las vides francesas (La Filoxera) , los Bodegueros Franceses buscaron otras zonas de tierra y viñas parecidas a las suyas.


Vamos nos enseñaron hacer vino.
Antes de que vinieran los Franceses dice que la cosecha de vino se dejaba toda en los "Lagares", una parte, la del año se consumía y lo que no, se destinaba a la producción de vinagre.

Buscando comida
Hacia el medio día nuestra visita guiada acabó.

Nos dedicamos a buscar un lugar para comer.
La zona que elegimos fue la que la noche anterior estuvimos de "Tapas" en la Calle Laurel.
El menú costaba de media 13 euros sin café.

El lugar elegido, de aspecto era muy bonito.
María José se pidió una ensalada y de segundo pescado y yo patatas a la riojana y de segundo carne de vacuno a la riojana.
La carne estaba buena, pero a María José no le gustó mucho el pescado.
De postre torrijas con miel, muy buenas y café.
Solo los cafés nos costaron 5 euros. Me sentí robado.
Juramos no volver más a ese sitio y para la siguiente ocasión antes de pedir café, preguntar el precio.

Después de comer, descansamos durante un rato, bajo la sombra de un árbol.
Aunque estabamos en agosto y a 30 grados, notaba la sequedad del clima y a la sombra con un poco de viento se estaba muy bien.

Este cuadro es un Miguel Angel auténtico.
Más tarde, un poco menos cansados, de camino a la "Catedral"  me encontré con una heladería, pedí un suculento helado de "dulce de leche", buenísimo.
 
La Catedral es muy bonita.
Una de las joyas es un cuadro pintado por "Miguel Angel".
Parece que llegó a Logroño un poco de casualidad, pero al final todo el que quiera puede disfrutarlo por el módico precio de 50 céntimos que es el valor de la luz para que el cuadro se ilumine.








Peregrinos descansando.
Un albergue para peregrinos, que pertenece al Ayuntamiento.
el precio del alojamiento es de 7 euros la noche.
Aquí ponen a tu servicio todas las cosas que una persona que viaja puede necesitar. Lavadora, secadora para la ropa, duchas para el cuerpo y sobre todo una buena cama y la compañía de todas aquellas personas que van haciendo lo mismo que tú.
La guía nos comentó que sobre todo vienen, alemanes, franceses e Ingleses. Hace dos años venían muchos coreanos, y que el motivo era que una escritora muy famosa de ese país, escribió un libro sobre el camino y que mucha gente parece que quiso sentir la misma experiencia.





Bueno después de recorrer para arriba y para abajo una y otra vez la ciudad, decidimos volver al Hotel.
Hay que dejar algo para el día siguiente.















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