martes, 27 de agosto de 2013

Mi Primer Empleo

Ayer llevé a mi niña a su primer empleo me sentí orgulloso por ella.
Miraba su cara y la veía contenta.
La cosa comenzó hace unos días, tenía que elaborar un "curriculum", y aunque había hecho alguno en el Instituto tenía dudas. Este  tenía que ser el bueno.

Me preguntaba a mi, preguntaba a su madre, pero al final llegamos a la conclusión que la persona que mejor podía orientarla era el Tío Antonio.

Ese mismo día comenzó a redactarlo, a poner todos sus logros, preparación y habilidades que ha podido acumular a lo largo de sus pocos 19 años.
Este lo llevó al Tío  Antonio y consiguió realzar y presentar adecuadamente sus méritos.

Ana según ella, tenía un gran problema. No tenía ninguna experiencia.

Varios días después, yo estaba en el trabajo, me llama por teléfono y me dice que la habían llamado de una Empresa que estaban interesada en hacerle una entrevista, por lo del trabajo que había solicitado.

El problema es que el lugar donde harían la entrevista sería en Alicante, esa misma mañana y no tenía medio de comunicación adecuado para llegar.
Afortunadamente la madre de Dani, la ayudo y la acercó en un momento.

Lo bueno de las empresas privadas, es que, si están o no interesados en tí, rápidamente te lo dicen.


Bueno, mi hija fue seleccionada.
Se pondría a trabajar inmediatamente .

Esa misma tarde comenzó a trabajar.
Aquí está mi Ana en su lugar de trabajo.
Este es un gran edificio.

Su contrato será de un mes, y el trabajo consistirá en ir por los pueblos, e intentar que la gente se abone o saque entradas para ver el Elche CF.

Ese día el  "Elche  CF" había hecho una jornada de puertas abiertas y querían comprobar que todas las cosas funcionan.


Volvió por la noche sobre la 1 de la mañana, yo ya me había acostado, porque al día siguiente trabajaba.

Pero la escuchaba cómo hablaba con su hermana, contando todo lo que había hecho.
Mi hija cuando está nerviosa, suele hablar bastante alto.



Al día siguiente la llevé otra vez a su trabajo, pero en esta ocasión con la "Ropa que debe de llevar el personal del club".
En el momento que escribo esto,  ya ha estado en varios pueblos, ha hablado inglés con los extranjeros e incluso ha visto de cerca a todos los jugadores de la Real Sociedad.

Me acuerdo ahora de mi primer trabajo.
En aquella época vivíamos en Palafrugell, para las nuevas generaciones, un pueblo de la provincia de Gerona.
Acabé el colegio, y fuera de mi costumbre, había aprobado todas las asignaturas.

Mi madre, que siempre ha sido más decidida para "todo", se enteró que un conocido de mi padre necesitaba a una persona, de mi edad, para trabajar durante el verano como camarero en un Bar de Playa.

De esta forma, a los dos días integré como personal del Bar Royal en Tamariú.

Esta fue una relación muy interesante que duró al final 3 veranos y que supuso mi entrada en el mundo laboral y desde ese día, afortunadamente no he dejado de trabajar.

Espero que mi niña sea feliz, tenga suerte, que siempre es importante, en su primer empleo.

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Esta foto  es de la Cala, donde está el famoso BAR ROYAL.

Antes de que se me olvide, mi Jefe se llamaba "Miguel", era una persona que cuando la conocí tendría sobre los 55  años.
Me recogió de mi casa en su furgoneta y fue explicándome en qué consistiría mi trabajo. Pero lo primero que me llamó la atención es que desde que aparcó su furgoneta hasta el Bar, diferentes personas le preguntaban cosas, uno era  Catalán, el segundo un francés, el tercero un inglés y la guinda fue, cuando mantuvo una buena conversación con un alemán.

Y cada una de estas conversaciones fue en su idioma.

Por cierto, casi todo el dinero que gané lo di a mis padres y sólo me reservé una pequeña cantidad, con la que compré una moto de 49 cm3 de segunda mano.
Mis hermanos, seguro que se acuerdan de esta moto.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cumpleaños de Maria José

Parece que sólo escribo sobre fiestas, viajes, cumpleaños y alguna que otra borrachera.

Pero, ¡ que le vamos hacer.!
Este fin de semana nos juntamos parte de la familia para celebrar el cumpleaños de María José.

El lugar que elegimos fue el "Bar los Peces", que tanta satisfacción nos está proporcionando a todos.
En esta ocasión también estuvo Pepe y Manoli que por fin han comenzado sus vacaciones de jubilado en Benidorm.




La cosa comenzó con cervezas y otros con refrescos.
Y las aceitunas que según mi madre, NO hay que pagar  entran con la bebida. !QUE NO FALTEN¡.

Comenzamos a estudiar el Menú. A ver, A ver, ya está decidido.
De primero, sangre, dos bandejas de adobo dos de sépia una de calamares y otra de pescado frito.
Vamos, parece que elegimos la especialidad de la casa.

En comparación de otros momentos tenía la sensación de que había menos gente que en otras ocasiones.
Conseguimos la mesa rápidamente e incluso no tuvimos ningún problema en ampliarla todo lo que quisimos.
Nuestro rincón, era estrecho, había que elegir los sitios en que cada uno debía sentarse,  se decidió que los jóvenes, los dejamos al fondo y pegados a la pared y el resto, según el tamaño de sus barrigas, más al exterior.
Está claro, ¿Quién es el más barrigon?.


Mi estómago es un poco más pequeño, lo notaba porque me costó un poco acabar con todas las sobras de las diferentes  bandejas, me senté cerca del Antonio.

Después fuimos a casa de la abuela a probar la tarta de galletas y cantarle "el cumpleaños feliz".
Comenzamos a buscar "Velas" para que María José las apagara, pero mi madre comenzó a buscar y no tenía suficientes.
Incluso la tarta pienso que no era suficientemente grande para que todas cupieran.

Decidido, pondríamos 2 velas y cada una de ellas, valdría 27 años.
Ya lo teníamos casi todo.


El problema es que todo el mundo quería encender las velas y después
apagarlas.
Al final cantamos varias veces feliz cumpleaños y dejamos a Pablo que apagara las velas.
Bueno.
Lo pasamos bien, que al final es lo que cuenta.













viernes, 2 de agosto de 2013

LA FIESTA DE LA URBA


Desde hace unos años venimos celebrando la fiesta de la urba.
Esto ocurre el último fin de semana del mes de julio.
Todos los vecinos que quieran, nos juntamos ese fin de semana para comer y beber sobre todo cerveza.

 
A diferencia de otros años, se han producido algunas bajas de los históricos, motivadas por viajes repentinos, pero lo más importante es la aparición de nuevas generaciones de vecinos.
 
El tiempo pasa muy deprisa, recuerdo la primera cena de vecinos que organizamos, en la que mis hijas y sus amigas eran tan pequeñitas.
Ahora los pequeñitos son  los hijos de otros.
 
El día comenzó el Viernes por la noche, con la inauguración del Serpetín, se pincha el barril de cerveza y probamos todos, si la cerveza sale bien fresca, la espuma, vamos todo lo que ha de hacer un buen catador de cerveza.
 
Después de muchas cervezas, algunos vecinos, quedamos para desayunar el  sábado sardinas.
El encargado de comprarlas sería yo.

 
El Sábado, me levanté temprano, habíamos quedado a las 10 para desayunar.
Las sardinas las compré en Mercadona,  estaban recién  sacadas del frigorífico, el kilo salió a 5,5 euros; también compré limones y pan.
 
Llegué casi a las 10. Mariano y Lara ya me estaban esperando en la piscina, tenían hambre.



 
 
Poco después fueron llegando los demás.
Manuel fue el encargado de traer la Plancha y Mariano el encargado de hacerlas.
Conforme iban saliendo las sardinas comíamos, había hambre, el día parece que se presentará caluroso y la cerveza entraba muy bien.
 
También entró que acabamos un barril de 50 lítros antes del medio día.
    
Bueno la gente iba llegando, Mariana la cocinera de las paellas, trajo sus utensilios y todos los admiradores de su trabajo nos quedamos mirando cómo iba trabajando.
 
 


Eriverto, se encargó de la sangría.
Descubrí que su toque especial era el “cuantreau”.

 

 
El resto nos dedicamos a dar  los últimos retoques.
Mariano poniendo el Mantel

 

 


Cuando se acabó la primera paella, los niños tenían mucha hambre y fueron los primeros en ser   servidos.   

¡Cuidado Maria José! hay niños con hambre y tú estás cerca de ellos.

Incluso habían dos mayores entre los niños que tenían mucha hambre también.
Después de la comida, un rato de descanso.
 
Unos durmiendo la siesta y otros  en el agua y las mujeres jugando, bueno ahora no me acuerdo del nombre del juego. Se lo preguntaré a Maria José.
¡Ah! , ganó.
 Estos juegos de pensar se le suelen dar bastante bien.






 


La piscina estaba llena de gente.
¡Que bien sienta el agua!







 


Hay que despertarse.
Tienes que preparar los mojitos



















Por fin llegó la noche.

Para cenar,  Juan sacó su fabulosa plancha fabricada por él y comenzamos hacer las salchichas, chorizos, morcilla y panceta que habíamos comprado.
Algunos vecinos, hicieron tortilla de patatas.



Todo estaba muy bueno.
Después de cenar, los “gin tonic” .
Este año, dejamos para otra ocasión el baño nocturno en la piscina.
Un día divertido, al final uno se está haciendo mayor.

Bueno, esperemos que el año que viene otra vez nos juntemos a celebrar la fiesta de la Urba.