domingo, 26 de noviembre de 2017

Nos despedimos de Benidorm


Presente y último día .
La semana pasada fueron todos mis hermanos, nosotros no pudimos estar.
Pero aprovechando que la abuela se había dejado algunas cosas, nos acercamos al reputado Bar los Peces, para hacer la despedida como Dios manda.
Hacía fresquete, pero bien abrigados se estaba bien.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Comprando cremas, por la cara

Nuestra casa.
Hacía unos días que tanto María José como María, querían ir a Alcoy a comprar "Cremas Faciales", en el que según parece es el mejor sitio del mundo para hacerlo.

No pongo en duda, el lugar, ni la calidad del producto.

En verano, la plaza suele estar llena de gente.
Hacía mucho tiempo que no había estado en Alcoy, vi grandes cambios en la ciudad.
El puente Fernando Reig  está cerrado, están cambiando los cables y, el otro gran puente de Alcoy, el puente de San Jordi, esta rehabilitado.
Por cierto, cuando comencé a salir con María José, estaban construyendo el Puente de Fernando Reig.
Para aprovechar el viaje, llevé varias garrafas de agua y, llenarlas en la Font Rotja.

Para Tocar el timbre, María se subía al zócalo y, eso que eramos el primer piso.

Después de la comprar las cremas, nos acercamos rápidamente a casa de María Ángeles y Paco.
Llegamos sobre las 14:30. Paco comentó que tenía prisa en marcharse, porque tenía una reunión muy importante en la Filá.
Comenzamos a comer, María Ángeles nos ofreció una exquisita comida.
Paco se marchó y nos quedamos hablando .

Aqui, comprabamos los gusanitos, gominolas...... y también pan.
Al rato decidí salir a la calle, con la excusa de subir a la Font Rotja a llenar las garrafas de agua, antes de que se hiciera de noche.
Mientras me dirigía hacia el coche, iba recordando anécdotas.
Fueron años importantes, porque  en esta ciudad es donde nacieron y comenzaron a ser personas mis hijas.

Ambas se acuerdan de su colegio "El Romeral", de la casa en la que vivimos, de sus amigos. ¡El tiempo pasa muy deprisa!.

Vista del Preventorio, desde el Parque el Romeral.

Me acuerdo de la última invierno que vivimos en Alcoy.
Me habían operado una pierna.
Las niñas tenían que ir al colegio, siempre eran acompañadas.
Pero ese día comenzaron a ir solas.
Las despedí y rápidamente fui a la ventana de mi habitación para ver que hacían.

Entrada principal del Colegio el Romeral.
Recuerdo como llegaron al primer paso de cebra, Maria se paró y le dio la mano a Ana, juntas cruzaron ese primer y complicado cruce.
Después llegó el segundo, pero en esta ocasión una madre que las vio, las ayudo a cruzar.
Seguía mirando, mientras subían la calle  hasta que dieron la vuelta y dejé de verlas.

Parque el Romeral.
Fue un último año triste, Paqui, la abuela de las niñas falleció.
Todo fue muy rápido.

Me acuerdo de la tienda de juguetes, que teníamos junto a la casa y de como cada día las dos miraban el escaparate.
Casi todos los días entraban a la tienda para ver....
Pero lo mejor fue cuando Ana, que siempre ha tenido más dinero que María, un día quiso comprar un juguete, que le costó casi todo el dinero que tenía.
Siempre le había dicho que el dinero que tenía y que le habían regalado en los cumpleaños, navidades.....etc, era suyo y que podía gastarlo en lo que ella quisiera.
Pues bien, se lo gastó todo su dinero, en un juguete que le gustaba, aún sigo pensando que lo hizo porque podía......Pero también fue la última vez que lo hizo.

En este columpio, casi se queda Ana sin dientes.

Recuerdo cuando compramos el piso.
De todos los que vimos, fue el que más nos gustó y sobre todo, estaba dentro de nuestras posibilidades económicas.
Aún vivía en Alicante y tenía pendiente muchas cosas, acabar la carreta, hacer el Servicio Militar, conseguir el traslado a Alcoy......
Por parte de María José, el monte NO era orégano.  Su trabajo aunque ella se esforzaba al máximo, no funcionaba..... De hecho al final tuvo que cerrar.
Nos casamos y aún yo tenía que pasar un año de mi vida en el Ejército. Pero parece que el viento cambió  y comenzó a soplar en una buena dirección. Desde entonces María José no volvió a dejar de trabajar.

El otoño, le favorece a este parque.
Recuerdo como Ana miraba por la ventana de su habitación, desde la super-cama que le compramos.

De como todas las tardes las recogía del colegio y mientras les daba la merienda, jugaban en el parque.

Un día Ana se calló en el parque y se dio un golpe muy fuerte en la boca.
Comenzó a salirle sangre y, los dientes se le movían....  rápidamente fuimos primero a casa y después al Centro de Salud. Pero lo mejor es que mientras Ana lloraba, se acercó por su cartilla sanitaria y, me la dio para que la viera el Médico.

Antes de la pista, había una piscina.
Recuerdo cuando les compramos las bicicletas, Alcoy todo es una cuesta y claro bajar lo hacían bien..... sobre todo Ana que bajaba a toda velocidad y frenaba justo en el borde de la acera. María más prudente, comenzaba a frenar en el mismo instante que comenzaba a bajar la cuesta.......
Pero después las cuestas arriba o los falsos llanos, no andaban, ataba las bicicleta con una cuerda y tiraba.
En esa ciudad pasé muchos buenos momentos y otros no tan buenos, pero mientras paseaba por las calles del barrio, sólo venían a mi mente las circunstancias agradables en la que vivimos allí.

Incluso fui a la panadería que siempre iba con las niñas y me compré una "caña de chocolate"......¡qué bueno!.